miércoles, 27 de febrero de 2013

Una prueba más de relación entre los pesticidas y la enfermedad de Parkinson.


Desde hace varios años, los neurólogos de la UCLA han estado edificando un caso de relación existente entre los pesticidas y la enfermedad de Parkinson. 

Hasta la fecha, el paraquat, maneb y ziram – rociados químicos comunes en el Valle Central de California y otros lugares -han sido relacionados con el aumento de esta enfermedad, no sólo entre los trabajadores del campo, sino en las personas que simplemente vivían o trabajaban cerca de los campos expuestas a la inhalación de las partículas a la deriva.

Ahora, los investigadores de la UCLA han descubierto una relación entre el Parkinson y otro pesticida, el benomil, cuyos efectos toxicológicos todavía persisten unos 10 años después de que el químico fue prohibido por la Agencia de Protección Ambiental de los EE.UU..

Más importante aún, la investigación sugiere que la serie perjudicial de eventos puestos en marcha por el benomilo también puede ocurrir en personas con enfermedad de Parkinson que nunca estuvieron expuestos al pesticida, según Jeff Bronstein, autor principal del estudio y profesor de neurología de la UCLA, y sus colegas.
Con la exposición al benomilo, dicen, se inicia una cascada de eventos celulares que pueden conducir al Parkinson. El pesticida impide que una enzima llamada ALDH (aldehído deshidrogenasa) mantenga una barrera contra el DOPAL, una toxina que se produce naturalmente en el cerebro. Cuando no se controla por la ALDH, el DOPAL se acumula, daña las neuronas y aumenta el riesgo de desarrollar Parkinson.

Los investigadores creen que sus hallazgos relativos al benomilo pueden ser generalizado a todos los pacientes con Parkinson. El desarrollo de nuevos fármacos para proteger la actividad de ALDH, dicen, puede eventualmente ayudar a retardar la progresión de la enfermedad, si una persona ha estado expuesta a los pesticidas.

La investigación se publica en la edición en línea actual de Proceedings of the National Academy of Sciences.
La enfermedad del Parkinson es un trastorno neurodegenerativo debilitante que afecta a millones en todo el mundo. Sus síntomas – que incluyen temblor, rigidez, y movimientos lentos y el habla – aumenta con la degeneración progresiva de las neuronas, principalmente en una parte del cerebro medio llamada sustancia negra. Este área normalmente produce dopamina, un neurotransmisor que permite la comunicación entre a las células, y daños en el cerebro medio se ha relacionado con la enfermedad. Por lo general, cuando los síntomas de Parkinson se manifiestan, más de la mitad de estas neuronas, conocidas como neuronas dopaminérgicas, ya se han perdido.

Aunque los investigadores han identificado ciertas variaciones genéticas que causan una forma hereditaria del Parkinson, sólo una pequeña fracción de la enfermedad puede heredarse, dijo el autor principal del estudio, Arthur G. Fitzmaurice, un investigador postdoctoral en el laboratorio de Bronstein.

“Como muestran los resultados, es casi seguro que los factores ambientales juegan un papel importante en este trastorno”, dijo Fitzmaurice. “La comprensión de los mecanismos pertinentes – en particular lo que provoca la pérdida selectiva de neuronas dopaminérgicas – pueden proporcionar pistas importantes para explicar cómo se desarrolla la enfermedad.”

Benomil fue ampliamente utilizado en los EE.UU. durante tres décadas hasta que las pruebas toxicológicas revelaron que tenía el potencial de conducir a tumores en el hígado, malformaciones cerebrales, efectos reproductivos y carcinogénesis. Fue prohibido en el 2001.

Los investigadores querían investigar si existía una relación entre el benomilo y el Parkinson, lo que demostraría la posibilidad de efectos toxicológicos a largo plazo por el uso de plaguicidas, incluso una década después de la exposición crónica. Pero debido a que no es posible establecer una prueba directa en seres humanos de relación causal entre el pesticida y de Parkinson, los investigadores trataron de determinar si la exposición podría duplicar algunas de las características patológicas de la enfermedad en modelos experimentales.

Lo que hicieron fue poner a prueba los efectos del benomil en cultivos celulares, confirmando que el pesticida daña o destruye las neuronas dopaminérgicas.

A continuación, se probó el plaguicida el pez cebra para un modelo de la enfermedad. Estos peces de agua dulce se usan comúnmente en la investigación, ya que son fáciles de manipular genéticamente, se desarrolla rápidamente y son transparentes, por lo que la observación y medición de los procesos biológicos es mucho más fácil. Mediante el uso de un colorante fluorescente y contando las neuronas, los investigadores descubrieron que no había pérdida de neuronas significativa en el pescado – pero sólo en las neuronas dopaminérgicas. Las otras neuronas se vieron afectadas.

Hasta ahora, la evidencia apuntaba a un culpable particular – una proteína llamada α-sinucleína – implicada en el desarrollo del Parkinson. Se cree que esta proteína, común a todos los pacientes de Parkinson, crea un camino a la enfermedad cuando se une en “grupos” y se convierte en tóxica, matando las neuronas del cerebro. (Ver UCLA research using “molecular tweezers” to break up these toxic aggregations.)

La identificación de la actividad de la ALDH ofrece a los investigadores otro objetivo para centrarse en tratar de detener esta enfermedad.

“Hemos sabido que en los modelos animales y cultivos celulares, los pesticidas agrícolas desencadenan un proceso neurodegenerativo que provoca el Parkinson”, dijo Bronstein, director del Programa de Trastornos del Movimiento en UCLA. “Y los estudios epidemiológicos han demostrado que la enfermedad se produce a tasas elevadas entre los agricultores y en las poblaciones rurales. Nuestro trabajo refuerza la hipótesis de que los pesticidas pueden ser parcialmente responsables, y el descubrimiento de esta nueva vía puede ser una nueva camino para desarrollar fármacos terapéuticos”.

domingo, 24 de febrero de 2013

Sistemas Universales de Salud: Retos y Desafíos

Artículo de la Dra. Asa Cristina Laurell, base de la Conferencia "Sistemas Universales de Salud: retos y desafíos", que se celebró el na sede del ISAGS el 21 de febrero de 2013.


Resumen Ejecutivo
Actualmente hay un gran interés por la cobertura universal de salud (CUS/UHC) y están en marcha reformas para lograrla. Este estudio tiene el propósito de analizar y comparar los dos modelos que se ha propuesto para alcanzar este objetivo: los seguros de salud que promueven la competencia, el mercado y el pluralismo, y el sistema único y público de salud (SUS), basado en el Estado Social y redistributivo.

Para ello se comparan los elementos básicos de estos modelos a fin de establecer en qué medida pueden cumplir su cometido de garantizar universalmente igual acceso y utilización de los servicios requeridos ante la misma necesidad. Estos elementos son: 
i) su concepción básica,

ii) su garantía del derecho universal a la salud,

iii) su cobertura y acceso/utilización universal, distinguiendo la cobertura poblacional y la cobertura de servicios (médica);

iv) la organización del sistema;

v) su financiamiento, incluyendo la(s) fuente(s), fondos, administración/compra servicios y prestadores;

vi) la suficiencia recursos humanos y físicos y

vii) si impacto en la salud y el bienestar.

Aparte de analizar estas características generales de los seguros y los SUS, se hace una caracterización general de los problemas de los sistemas de salud latinoamericanos, y se revisan las experiencias concretas de varios países que están instrumentando cada una de estas alternativas. Son, por una parte, el aseguramiento en Chile, Colombia, México y, por la otra, los SUS de Cuba, Brasil, Venezuela, Ecuador y Bolivia.
   
Las reformas basadas en los seguros de salud, que inicialmente fueron promovidas por los organismos financieros internacionales, han perdido ímpetu a tal grado que estos mismos organismos las están revisando. Aún así siguen siendo recomendados como un modelo a seguir.

La revisión de tres modalidades distintas del aseguramiento universal en América Latina demuestra que no han entregado los resultados prometidos. La cobertura no es universal y tampoco el acceso oportuno a los servicios requeridos. Sigue habiendo inequidad en el acceso según sus características y el paquete de servicios amparado. Continúan las barreras económicas, territoriales y burocráticas. Hay un incremento en los presupuestos de salud pero una parte importante se ha canalizado al sector privado o ha sido dilapidado en los altos costos de transacción. El caso colombiano alerta sobre la crisis presupuestal que, en el caso mexicano, está escondido detrás de la reducción actual del presupuesto legal. Debido a ello están en puerta reformas a la reforma con una nueva reducción de los servicios.

La introducción de la competencia y el mercado vía la separación de las funciones de regulación, de administración de fondos/compra de servicios y de provisión de servicios no ha mejorado la calidad de los servicios pero ha enriquecido al complejo médico-industrial-asegurador que hoy dispone de una parte importante de los fondos de salud, provengan estos de las contribuciones obligatorias del seguro social o de los importantes subsidios fiscales. Al priorizar la atención a la persona han debilitado las acciones de salud pública y de seguridad sanitaria. No hay evidencias claras de que hayan mejorado las condiciones de salud y el bienestar de la población. Es decir, este modelo no garantiza la cobertura universal de salud.

La cobertura universal por medio de los SUS es el modelo emergente en los países suramericanos con gobiernos progresistas. El único sistema totalmente consolidado es el cubano que se instrumentó desde 1959. El SUS brasileño ha aumentado la cobertura y el acceso aceleradamente aunque todavía está en proceso de resolver problemas de consolidación y calidad de los servicios, incrementar el presupuesto, y ganar terreno al sector privado de planes de salud.  La vitalidad del SUS se muestra además por el intenso debate sobre los cambios necesarios para garantizar plenamente el derecho a la salud y hacer cumplir el mandato constitucional sobre las obligaciones del Estado.

Falta el tiempo suficiente para hacer una evaluación sólida de los SUS más recientes porque necesitan fortalecerse y vencer los obstáculos que enfrentan. Aún así han tenido resultados muy importantes respecto a la cobertura y acceso a los servicios en medio de intensas luchas políticas por construir un nuevo Estado social y redistributivo.

Uno de los nudos problemático de la construcción de los SUS es que se están  dando como reformas contra-hegemónicas de cara al paradigma del aseguramiento o seguro de salud que se alinea y armoniza con la globalización del mercado como principio organizador de las sociedades y el nuevo patrón de acumulación con el capital financiero en el centro.

Por último se advierte que existe una disputa por el discurso y se presentan algunas de las nociones que son ambiguas y tienen un contenido distinto en cada uno de los modelos. Esta situación hace necesaria la más estricta vigilancia conceptual y de las nociones usadas para no generar confusiones en el debate, que las palabras expresen lo que se quiere decir y no encubran intereses ocultos.

lunes, 18 de febrero de 2013

Aportes de Salvador Allende a la Medicina Social


Los importantes logros en salud pública en el gobierno de Allende

Entrevista al doctor Arturo Jirón, Ministro de Salud entre 1972 y 1973: “La desnutrición infantil descendió 17% en los tres años de la Unidad Popular”

Por Mario Casasús/El Clarín de Chile

Oaxaca, México.- El médico cirujano Arturo Jirón Vargas (Chile, 1928) había renunciado al Ministerio de Salud una semana antes del 11 de septiembre de 1973, sin embargo por su lealtad y amistad con Salvador Allende fue testigo y sobreviviente del bombardeo a La Moneda. En entrevista conClarín.cl recuerda al Compañero Presidente, a su hija Tati Allende y los logros –en salud pública- de la Unidad Popular.

Las cifras son irrevocables: “Después de la denuncia del Ministro Salvador Allende en 1939, de una mortalidad de 250 por mil, una de las más altas del mundo en ese momento, la mortalidad fue descendiendo progresivamente (…) la mortalidad infantil bajó en tres años de 79 por cada mil en 1970, a 63 por cada mil en 1973. La mortalidad en niños de uno a once meses descendió en un 20%, la desnutrición infantil descendió en un 17% en los tres años del Gobierno de la Unidad Popular”.

MC.- ¿Qué referencias tiene de la gestión pública del entonces Ministro de Salubridad Salvador Allende?
AJ.- Cuando Salvador Allende fue nombrado Ministro de Salubridad por el Presidente Pedro Aguirre Cerda, yo tendría 9 o 10 años. Mis escasos recuerdos a esa edad son muy diferentes a idearios políticos. El que sí estuvo en esa época fue mi padre Gustavo, uno de los médicos del Presidente Aguirre Cerda. Mi padre fue nombrado director del Seguro Obrero, institución poderosa en aquellos tiempos, de la Salud pública chilena. Eran políticamente muy cercanos, mi padre fue elegido Senador por el Partido Radical, fue expulsado del partido por oponerse a la “Ley de defensa de la democracia” -llamada Ley maldita- que perseguía a los comunistas, quienes poco antes habían tenido una gran participación en el triunfo del Frente Popular. He estudiado la labor médica del Dr. Allende y le resumiré algunas de sus obras y acciones en pro de la salud pública chilena. Desde luego, la publicación de su libro “La realidad político-social chilena” (1939) produjo un gran impacto en la opinión pública, en la política y por supuesto en la salud. Es una descarnada descripción de la situación médico social que se vivía en 1939. Describe la desnutrición, la mortalidad infantil -de las más altas del mundo-, las precarias y abusivas condiciones de trabajo y de vida de los trabajadores manuales, la frecuencia de tuberculosis, sífilis, alcoholismo, cirrosis. Presenta el proyecto “Servicio Nacional de Salud” (1939) que pondría a Chile a la vanguardia en el manejo integral de la salud, proyecto pionero de Salud Pública en América Latina, que se aprobó hasta 1952. Creó sociedades de ayuda a lisiados y discapacitados, fundó La Escuela de Salubridad.  En suma, el fue un gran médico, un gran Ministro de Salubridad y destacó las condiciones infrahumanas en que vivían trabajadores, los problemas de salud-enfermedad y la grave situación social.

MC.- Por otra parte, ¿qué indicación recibió del Presidente Allende cuando usted fungió como Ministro de Salud?
AJ.- El clima político que se vivía en 1972 era muy difícil. La oposición se había fortalecido y el sector salud era de los más agresivos. Tuve que enfrentar una huelga médica que paralizó parcialmente varios hospitales del país. La primera indicación fue que solucionara la huelga, cosa que logré en pocos días. Otra indicación fue que mantuviera buenas relaciones con el Colegio Médico, del cual fui uno de los fundadores. Esta indicación del Presidente no la pude cumplir. El resto era seguir con el programa de la Unidad Popular y así lo hice, con nuestro equipo de gran fidelidad y competencia.

MC.- ¿Estadísticamente qué cambios se registraron en el índice de mortalidad infantil durante la Unidad Popular?
AJ.- Chile tiene una larga tradición de Salud Pública. Después de la denuncia del Ministro Salvador Allende en 1939, de una mortalidad de 250 por mil, una de las más altas del mundo en ese momento, la mortalidad fue descendiendo progresivamente, al margen del color político del Gobierno. Nosotros fuimos seguidores de esa tradición y la mortalidad infantil bajó en tres años de 79 por cada mil en 1970, a 63 por cada mil en 1973. La mortalidad en niños de uno a once meses descendió en un 20%, la desnutrición infantil descendió en un 17% en los tres años del Gobierno de la Unidad Popular.

MC.- ¿El descenso del 17% en la desnutrición infantil se debió a la campaña del medio litro de leche diario para todos los niños?
AJ.- Ese programa de medio litro de leche para todos los niños de menos de 15 años, significó la distribución de 39 millones de kilos de leche al año para 3 millones de niños y madres. Este programa tuvo gran aceptación en la población. Hace algunos años el Ministerio de Salud pretendió suspenderlo argumentando que Chile había superado la desnutrición infantil, porque ya teníamos una mortalidad infantil de las más bajas a nivel mundial. Sin embargo el rechazo de la comunidad fue unánime y el Programa persiste hasta el día de hoy.

MC.- Usted llega al gabinete presidencial en 1972 y se retira una semana antes del Golpe de Estado. ¿Por qué el breve paso al frente del Ministerio de Salud?
AJ.- Yo no estaba en la carrera política, eso lo sabía el Presidente Allende, incluso 4 meses antes había presentado mi renuncia por lo difícil que era manejar rivalidades de la UP dentro del Servicio de salud y el Ministerio. Yo era un médico de la universidad y de la salud pública. En el tiempo que estuvimos trabajamos con gran dedicación y en equipo, sin exclusiones ni partidismos políticos. En mi gabinete existían gente de todas las variedades políticas, pero teníamos todos un Norte, trabajar de acuerdo al programa de Salud de la UP. Sin embargo me cansé y le llevé la renuncia al Presidente, me hizo pasar a su oficina, leyó la carta de renuncia frente a mí, la guardó en su escritorio y me dijo: “Te entiendo Jironcito -así me llamaba cariñosamente-, yo tengo los mismos problemas multiplicados ¿por mil? -o más-, espera tengo toda la confianza en ti, te necesito. Si más tarde tengo que hacer un cambio de Gabinete, nuevamente pediré tu ayuda”. Una semana antes del Golpe me citó –muy temprano- a la residencia presidencial; me recibió en su dormitorio y me ofreció un rico café, empezó agradeciendo el apoyo, dijo: -“Te tengo que sacar para ‘balancear’ el Gabinete; tengo que poner ‘un radical’ en el Ministerio de Salud”.  Yo respondí: -“Presidente conmigo no hay problema. Sólo deseo volver a mi hospital y a mi Universidad”. Finalmente me dijo  -“Pídeme lo que quieras, una comisión al extranjero, a lo mejor una Embajada” recuerdo mi respuesta –“Nada Presidente, no tengo ambiciones de figuración política”. Nos dimos un abrazo y nos volvimos a encontrar el 11 de septiembre de 1973.

MC.- Prácticamente su vida profesional está ligada al Hospital San Juan de Dios y a la Universidad de Chile; por favor háblenos de la estudiante de medicina Tati Allende…
AJ.- Beatriz –Tati- Allende llegó a la Universidad de Chile y al Hospital San Juan de Dios proveniente de Concepción. Yo era Profesor de Cirugía y nuestro jefe era el profesor Ítalo Alessandrinni. Rápidamente supimos de la amistad de nuestros padres: -“¿tú eres hija del Dr. Allende?” –“¿Usted es hijo de don Gustavo?”. Fue una excelente alumna, interesada en sus pacientes que la querían por su trato amable y cariñoso. Solíamos almorzar en un pequeño restaurante cerca del Hospital con un grupo de alumnos y médicos donde discutíamos formas de arreglar la salud chilena y al país. Desgraciadamente nadie nos escuchó. Pero si recuerdo que era una forma espectacular de docencia.  Tati tenía una pésima caligrafía y ortografía y las pruebas escritas de Cirugía las tenía que corregir yo que era el único que “medio entendía”. Una vez titulada como doctora, se fue a otro hospital, pero cada cierto tiempo me llamaba para saber de mí. Fue un entrañable amistad, electo el Presidente Allende, Tati nos llamó -al Dr. Oscar Soto (cardiólogo-internista) y a mí (cirujano)- para que fuéramos los médicos del Presidente, distinción que aceptamos de inmediato.

MC.- ¿A qué atribuye el activo protagonismo político de los galenos en la UP? Lo pregunto por la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción, el Presidente Allende, su hija Tati, el diputado Rogelio de la Fuente y usted.
AJ.- Los médicos siempre han tenido protagonismo político. En la actualidad hay varios Presidentes médicos; en la época de la UP se formó en la Universidad de Concepción un grupo de muchachos muy brillantes y con gran sentido crítico y político. De allí nació el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y otras corrientes políticas. Pero el médico en general es sensible, conoce la pobreza, el sufrimiento y la postergación. Todo esto es política y puede ser la explicación que usted busca.

MC.- Después del exilio en Venezuela, ¿qué conversó con el arquitecto Miguel Lawner al regresar a Isla Dawson? ¿Ha vuelto a ver sus dibujos del campo de concentración?
AJ.- No recuerdo bien. Es posible que situados en la Isla y en el lugar donde estuvo nuestra barraca le dijera y comentara la habilidad que tienen para hacer desaparecer las evidencias; ahora, en el lugar de la Barraca había una carpa donde nos servían café, jugos y galletas.  El libro original de Miguel lo tengo en mi escritorio y comanda algunas pocas ediciones de lujo.

MC.- Siendo un testigo presencial del 11 de septiembre en La Moneda. ¿Qué dice ante las nuevas especulaciones sobre un posible magnicidio?
AJ.- No digo nada, sólo me pregunto qué ocultos intereses buscan; además ninguno de los “especuladores” estuvo en La Moneda el 11 de septiembre de 1973.

Conferencia Virtual:Los Sistemas Universales de Salud : Retos y desafíos



Los  Sistemas  Universales de Salud : Retos  y  desafíos


Conferencia a cargo de Cristina Laurell, y será accesible por 

internet a las 12 m hora de Rio de Janeiro, 9 am hora de El 

Salvador.

Cristina Laurell, es ex-Secretaria de Salud del D.F. por el PRD, una de las pensadoras en 

salud de mayor prestigio en los sectores progresistas latinoamericanos y su planteamiento 

fundamentalmente será sobre como la mejor manera de alcanzar la cobertura universal y 

actuar sobre los determinantes  sociales de la salud es a través de sistemas públicos y 

universales de salud, lo cual está totalmente en línea con nuestra Reforma de Salud.

El planteamiento de Cristina (y de nuestra Reforma) está enfrentado al de los Sistemas de


Salud basados en el aseguramiento de acuerdo a las capacidades de pago o cotización de

las personas, por ser generadores de inequidades entre grupos poblacionales y medicalizar

 los sistemas, estimulando y fortaleciendo los sistemas de salud basados en la lógica del 

mercado. Este ultimo planteamiento es impulsado desde las instituciones financieras 

internacionales y actores como la Fundación Rockefeller y la Universidad de Harvard, que 

utilizan el argumento de la COBERTURA UNIVERSAL para promover su planteamiento.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Entrevista a Joan Benach ,autor del libro: La Salud esta en venta


“La contrarreforma sanitaria es un golpe de Estado contra la sanidad pública”
BARCELONA// Joan Benach es profesor de salud pública y director del grupo de investigación sobre desigualdades en salud GREDS-EMCONET de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Este especialista en la relación entre las condiciones de trabajo y la salud pública alerta de la precarización de la sanidad pública derivada de los recortes, que define como “estrategias político-legales-ideológicas”. Su último libro publicado es La sanidad está en venta (Barcelona: Icaria, 2012).
¿Qué consecuencias tienen los recortes en la sanidad pública?
La ingente reducción presupuestaria que se está realizando en la atención sanitaria conlleva cerrar centros de atención primaria, cerrar urgencias y quirófanos, aumentar listas de espera, hacer expedientes de regulación de empleo en hospitales, reducir el número de profesionales sanitarios y empeorar las condiciones de trabajo de quienes se quedan, todo lo cual deteriora los servicios y prestaciones y aumenta el riesgo de enfermar y morir prematuramente.
¿Estos ajustes ahondan en la desigualdad?
Muchos estudios muestran como la atención sanitaria pública se asocia a un riesgo menor de morir y a menores desigualdades en salud según la clase social, el género, la etnia y la situación migratoria. La sanidad mercantilizada es por tanto injusta, rompe el concepto de ciudadanía y solidaridad social y abre paso al clasismo, la discriminación y la desigualdad. Los llamados “ajustes”, que mejor cabría llamar “estrategias político-legales-ideológicas” de mercantilización y privatización de la sanidad, quieren llevarnos a una sanidad de tres niveles, que profundizará enormemente las desigualdades en los servicios sanitarios y la salud: una sanidad de pago para los ricos que puedan pagarla, una sanidad para la clase trabajadora y una clase media empobrecida con servicios mínimos y de baja calidad, y una sanidad de beneficencia para las personas en situación de pobreza y marginación.
¿Qué grupos sociales son los más afectados?
Aquí llueve sobre mojado. Los colectivos que sufren más son aquellos que ya de por sí padecen las peores condiciones sociales, laborales, y económicas. Las personas pobres, los desempleados, las mujeres obreras en situación de precariedad, los inmigrantes, las mujeres de la limpieza, los enfermos crónicos, y también las personas discapacitadas que deben desplazarse a los centros sanitarios. Claro está, la peor de las situaciones la sufren quienes padecen al mismo tiempo estas múltiples situaciones de desigualdad social. Pero, además, gran parte de una clase media cada vez más empobrecida va a verse también afectada por la reducción y calidad de las prestaciones y servicios.
¿Más allá del hecho en sí del ahorro, los recortes persiguen un cambio de modelo?
La actual contrarreforma sanitaria es un verdadero golpe de estado contra la sanidad pública. La sanidad pública y la privada son vasos comunicantes. Si se deteriora la primera, se refuerza la segunda y al revés. Los recortes, junto con las estrategias de parasitismo del sistema público y los cambios político-legales que ayudan a implantar servicios privados, quieren conducirnos a una situación insostenible que nos lleva tres décadas atrás. Con ello se pretende conseguir un doble objetivo. Por un lado, deteriorar la sanidad pública y abrir el mayor campo posible para una atención sanitaria mercantil basada en el beneficio de enormes conglomerados y grupos empresariales privados, que hacen negocio vendiendo servicios y productos sanitarios a los “clientes” que tienen el suficiente dinero para pagarlos.
El segundo objetivo es aún más malicioso si cabe. Se trata de destruir la imagen positiva que para muchos aún tiene “lo público”. Es un arma ideológica que quiere erosionar la imagen de la atención sanitaria pública y los derechos colectivos conseguidos a través de las luchas sociales. Se quiere ganar esa batalla ideológica y se nos quiere hacer creer que lo “privado”, lo mercantil, es intrínsecamente mejor, más eficiente y con más calidad e incluso, a veces, en el colmo de la perversión, se insinúa que es “más equitativo”. Afortunadamente, buena parte de la población se está dando cuenta de esas estratagemas y mentiras, y está reaccionando pasando del estado de shock a uno de mayor conciencia, y de ésta a la movilización y la lucha para defender sus derechos.
¿La sanidad pública tal como está configurada, o como lo estaba antes de que comenzaran los recortes, es sostenible?
La sanidad pública del conjunto del Estado español es bastante eficiente y barata. Aún gastando menos que la media de la Unión Europea, la calidad general es buena. Eso no quita que el sistema sanitario público deba mejorar. Por ejemplo, tiene que haber cobertura para toda la población, hay que ampliar y mejorar los servicios socio-sanitarios relacionados con la salud mental, la salud laboral o la salud ambiental, que son muy incompletas y limitadas. También debemos gastar mucho más en atención primaria y bastante menos en gasto farmacéutico, así como controlar mucho mejor el gasto tecnológico, y reducir la excesiva biomedicalización de la salud y la iatrogenia [los actos médicos que perjudican en lugar de aliviar] que producen daños a la salud evitables. Pero que se deba mejorar no puede servir de excusa para destruir la sanidad pública y venderla a quienes se quieren lucrar con la salud y la vida de la gente. Tener una sanidad de calidad y accesible para toda la población es una prioridad ciudadana que la mayoría de la población desea. La sanidad es sostenible pero hay que dedicarle muchos más recursos, y eso conlleva aumentar la baja fiscalidad de las grandes fortunas y empresas y controlar el enorme fraude fiscal existente.
¿Es más eficiente una gestión privada de la sanidad?
Los indicadores sanitarios de la atención privada son peores en comparación con los de la atención pública. De hecho, los únicos aspectos donde el sector privado muestra ser mejor que el público radica en el confort y, como parece lógico por su predisposición mercantil, en el tiempo de espera. En todo lo demás, la diferencia de calidad entre ambos tipos de atención es muy clara en favor de lo público, tanto en su eficiencia como en su equidad. La supuesta mayor “eficiencia” del sector privado y de su gestión se fundamenta en gran medida en ahorrar en personal y ofrecer bajos salarios y malas condiciones de empleo, todo lo cual afecta la salud de los propios trabajadores de la salud y daña la calidad de la atención médica. Además, por no extenderme más, los hospitales privados seleccionan a los pacientes, dan altas prematuras a los pacientes, cobran por acto médico y realizan pruebas e intervenciones innecesarias.
¿Qué influencia tienen en la gestión del sistema de salud los posibles conflictos de intereses y vínculos entre los gestores públicos y privados?
Hacer negocio con la sanidad pública es uno de los principales objetivos del capital privado en la situación actual de una crisis, que ha sido la excusa perfecta para aplicar unas políticas de privatización que vienen diseñándose y planificándose desde hace décadas. Los servicios públicos están en el punto de mira del poder económico y político y son un enorme pastel a repartir. La connivencia de las élites económicas privadas con los gestores y el poder público son manifiestas, lo cual se refleja en valores e intereses compartidos y en las prácticas de clientelismo y de “puertas giratorias” a través de favores políticos, pagos y salarios millonarios irregulares y adjudicaciones sin concurso.
Todo eso se ve bien en el caso de Cataluña, tal y como han mostrado con claridad y valentía las denuncias de los injustamente condenados periodistas Marta Sibina y Albano Dante de la revista Cafèambllet, a quienes desde aquí envío mi solidaridad y apoyo, de David Vidal, concejal de la CUP en Reus, de Ramón Serna, del sindicato CATC-CTS, o los periodistas Oriol Güell y Antía Castedo de El País Catalunya, con los casos Bagó, Prat, Sant Pau, Manté o Crespo, entre otros. La atención sanitaria pública, universal, equitativa, de calidad, y con un elevado nivel de prestaciones es un derecho ciudadano de enorme importancia que ha costado enormes esfuerzos y luchas sociales. Debemos luchar sin desfallecer para evitar que la sanidad deje de ser un derecho y se convierta en el privilegio de unos pocos que puedan pagarla.

Fuente: http://www.lamarea.com


lunes, 11 de febrero de 2013

España Asocios Público-Privados: Privatización de la salud pública


Sanidad privada: ¿ahorro o negocio?


La Marea


¿Por qué cambiar un sistema sanitario público por otro cuyos beneficios no se han probado? El anuncio en octubre por parte de la Comunidad Autónoma de Madrid de la privatización de la gestión sanitaria integral de seis de sus hospitales ha desatado una oleada de protestas y cinco semanas de huelga de los profesionales.

La Administración madrileña ha tratado de acallar la indignación con el argumento de que la gestión sanitaria privada supondría un ahorro de 200 millones de euros al año, cifras de las que desconfían quienes piensan que las empresas concesionarias únicamente buscarán la rentabilidad económica. La falta de estudios independientes que apoyen la afirmación de que la gestión privada es más eficaz sitúa el debate en un terreno puramente ideológico.

Juan Oliva, presidente de la Asociación de la Economía de la Salud, recuerda que la principal conclusión de la reciente experiencia británica, bandera en experimentos de colaboración público-privada, es que este tipo de gerencia privada no es necesariamente mejor que la pública. Tampoco hay datos de lo contrario, pero sí un poderoso argumento: un sistema público de salud garantiza el acceso a la atención sanitaria a todos los ciudadanos en igualdad de condiciones.

Los vasos comunicantes entre el poder político y económico también arrojan la sospecha de que, tras la decisión de privatizar la sanidad, puede haber intereses espurios. El último ejemplo es el de Unilabs, que el pasado mes de noviembre compró el 55% de la UTE BR Salud, empresa encargada de gestionar los análisis clínicos de seis hospitales madrileños. El exconsejero de Sanidad madrileño, Juan José Güemes, yerno de Carlos Fabra, casado con su hija Andrea, y encargado de privatizar ese servicio en el año 2009, fichó en noviembre como asesor de Unilabs. De ese modo, Güemes se beneficiaba de un negocio que él mismo privatizó. La polémica que suscitó esta noticia, difundida por la Cadena Ser, forzó a Güemes a dimitir de su puesto en la empresa.

Hace tiempo que las señales de alerta han saltado en Madrid. “Cuando las empresas privadas tengan el 50% de la asistencia sanitaria madrileña, serán ellas las que marcarán las reglas y los precios. Ahí se acabará la equidad”, sentencia Paulino Cubero, facultativo de la Plataforma de Centros de Salud.

El origen en España de la colaboración público-privada data de 1999 con el nacimiento del llamado modelo Alzira. Desde entonces, tanto Madrid como el País Valenciano han optado por esta vía de cesión concesionada. Ahora, ocho hospitales públicos dependen de una empresa privada. El número va en aumento y se ampliará este año a comunidades como Castilla-La Mancha.

Otros modelos de gestión
La colaboración público-privada no es la única forma de gestión fuera de la administración directa. En Cataluña es normal encontrar experiencias como la de las Entidades de Base Asociativa. Conocidas como EBAs, se trata de cooperativas creadas por profesionales sanitarios en la frontera de la autogestión, un modelo que se da sobre todo en atención primaria. Los profesionales renuncian a ser funcionarios y deben suscribir un 51% del accionariado de la EBA, pasando a ser socios en lugar de empleados.

Junto a ellas, encontramos otros modelos como las fundaciones privadas o los conciertos y convenios concretos para la prestación de servicios sanitarios por clínicas privadas, de gran implante en Andalucía. De hecho, el Servicio Andaluz de Salud deriva a algunos de los 17 hospitales privados a pacientes y luego les abona la atención prestada.

Entre los proyectos asociados directamente a la iniciativa mercantil hay que distinguir dos modelos: la gestión mixta, donde se concede una obra pública para construir y gestionar un hospital y proveerlo de servicios no sanitarios, y el modelo capitativo donde una UTE (Unión Temporal de Empresas) construye y gestiona el edificio y los servicios sanitarios. En el nuevo modelo madrileño, los hospitales de Vallecas, San Sebastián de los Reyes, Parla, el Hospital de Henares, del Sureste y de Aranjuez, junto a 26 centros de salud, pasarán de gestión mixta a un modelo capitativo.

Hay que recordar que, actualmente, otros tres hospitales, Torrejón, Valdemoro y Móstoles, ya siguen ese modelo en Madrid. Curiosamente, la gran mayoría de ellos son de nivel 1, aquellos que se encargan de patología menor, poco compleja y de corta estancia. Es decir, mayor rentabilidad frente a los del nivel 2, destinados a patologías más complejas y con unos índices de médicos y enfermeros por cama mucho mayores.
Según denuncia la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (AFEM), los presupuestos de 2013 para uno de los hospitales de referencia de nivel 2, el Gregorio Marañón, reducen el gasto de personal, pero aumentan considerablemente el gasto de material sanitario y medicamentos, especialmente oncológicos. Desde AFEM sospechan que “en el contrato que se presentará para los seis hospitales se excluirá la atención a pacientes oncológicos y otras patologías mayores consumidoras de recursos”. Los pacientes menos “rentables” serán atendidos por hospitales públicos.

Tanto la AFEM como la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS) han presentando diferentes propuestas a la Consejería de Sanidad, como crear una central de compras, para ahorrar 600 millones de euros sin recurrir a la privatización. La respuesta del consejero Lasquetty es que estas aportaciones son “insuficientes y no tienen la consistencia necesaria”.

Todo empezó en Alzira
En 1999 el gobierno de Eduardo Zaplana pone en marcha el primer hospital público que tendrá su asistencia sanitaria externalizada a una empresa privada. Nacía el Hospital de la Ribera en la población de Alzira (Valencia), que daría nombre al modelo de concesión administrativa.
La ganadora del concurso por los 10 años siguientes fue la UTE Ribera Salud formada por Adeslas como accionista mayoritario (51%) y con la participación de las grandes cajas de ahorro valencianas, Cam, Bancaixa y Caixa Carlet, con un 15% de participación cada una. El equipo lo completaban las constructoras Lubasa y Dragados, ambas con un 2%. Pasado ese tiempo, el hospital pasaría a titularidad pública.

En el pliego de condiciones se establecía un pago por persona atendida de 34.000 pesetas (204,34 euros) y se estipulaba que se deberían cubrir todos los servicios de asistencia sanitaria excepto “la cirugía cardiaca, la neurocirugía, los politraumatizados, los quemados, a cirugía máxilofacial, la cirugía torácica y la vascular”. Finalmente, el precio final no incluiría el gasto farmacéutico externo, la oxigenoterapia o las prótesis.

Pese a estas condiciones, el modelo no funcionó y el Hospital acumuló pérdidas año tras año, 900.000 euros el primer año, 450.000 euros en 2001 y 2,67 millones en 2002. Esta situación hizo que se rompiese el contrato ese año y que la Generalitat Valenciana tuviese que indemnizar a la UTE con 26,39 millones de euros por “lucro cesante” y 43,9 millones por “adquisición del centro hospitalario”. Un rescate en toda regla que fue cuestionado incluso por el Tribunal de Cuentas valenciano.

Ese mismo año salía a concurso nuevamente la concesión del Hospital de la Ribera, esta vez con nuevas condiciones: los adjudicatarios gestionarían también los centros de Atención Primaria y la cápita en esta ocasión subiría hasta los 379 euros. La licitación, hasta 2018 y con 5 años más de prórroga, se cerro en 72 millones de euros y volvió a ganar la UTE Ribera Salud.

Ahora la concesionaria ya cobra a la administración valenciana 639 euros por habitante. Además, desde el año 2006 Ribera Salud (entonces formada por Bancaixa y la Cam) ha ampliado sus tentáculos por todo el País Valenciano gestionando o compartiendo gerencia con distintas empresas de salud privada los hospitales de Torrevieja, Denia, Elche o Manises (éste último lo vendió el año pasado). 14 años después de la iniciativa de Eduardo Zaplana, uno de cada cinco valencianos ya está siendo atendido por un hospital de gestión privada.

*Versión actualizada del artículo publicado en el número 2 de La Marea, de venta en kioscos hasta el próximo 22 de febrero.

Fuente: http://www.lamarea.com/2013/02/10/sanidad-privada-ahorro-o-negocio/ 

martes, 5 de febrero de 2013

La contraofensiva de la ANEP


Los claroscuros del ALBA


La presencia de inversiones a partir del proyecto de integración ALBA, ha despertado un recital de alaridos y recelos por parte de los representantes de la burguesía salvadoreña. Recientemente se ha introducido –sino impuesto- a la opinión pública, el cuestionamiento sobre la legalidad con que las empresas que hacen parte de este proyecto actúan en el país.

Tal parece que para los voceros de la empresa privada, la libre competencia funciona cuando beneficia al gran capital, ahí es, además de legal y buena, apoteósica; sin embargo cuando no está en las manos de la oligarquía es diabólica, además de perversa.

Como suele ocurrir desde la propaganda burguesa, se presenta la visión autorizada de expertos y estudiosos defensores del libre mercado y del estado de derecho, quienes nos aclaran sobre esos subterfugios de la invasión demoniaca mundial, ahora con cara de chavismo. Tal es el caso actual, en el que la ANEP (Asociación Nacional de la Empresa Privada) ha llevado a un “prestigioso” periodista nicaragüense para advertir sobre los peligros de la invasión del chavismo en los asuntos de la nación a partir del ejemplo de Nicaragua.

Este periodista, jefe de redacción del rotativo nicaragüense La Prensa, ha emitido opiniones sobre su particular forma de leer la presencia de los proyectos ALBA en la vida económica y política de Nicaragua. Con lo cual anda paseando por los medios salvadoreños para colocar sus verdades por encima de las realidades de los países.

Para el caso, en un periódico salvadoreño manifestó su preocupación de que ALBANISA (ALBA Nicaragua S. A.) esté relacionada en los sectores económicos donde siempre han estado empresas relacionadas al capital internacional; le preocupa las relación de ALBANISA con la Distribuidora Nicaragüense del Petróleo, la cual según sus propias declaraciones estuvo manejada ¡por 10 años! por la empresa suiza Glencore ; teme a la consolidación de los monopolios en ciertos sectores de la economía y no menciona –solo para poner un ejemplo- la privatización de la comercialización de energía que se dio en el periodo de Bolaños, dejándola en manos de la empresa española Unión Fenosa, quien actualmente tiene el monopolio en esa área. Así como tampoco la ANEP recuerda que fue en los periodos en los que ARENA gobernó, que se privatizaron las empresas estatales más importantes. Estos sujetos especulan con que el control de una empresa sea la base para crear leyes para que afecten a los oligopolios que están en sus manos; cuando ha sido en los gobiernos areneros que se aprobaron una serie de leyes que beneficiaron solo a la clase hegemónica nacional y que además hacen parte de ese partido.

El periodista nicaragüense, en un programa de televisión habló de la importancia del ALBA solo como recurso para obtener “ganancia política” a través de “programas asistencialistas” entendiéndolas solo como la acción de regalar unas cuantas láminas a unos cuantos pobres; no obstante olvida mencionar que desde el gobierno encabezado por Daniel Ortega y el FSLN, se impulsan programas como el del bono productivo, merienda escolar, usura cero, casas para el pueblo, entre otros programas que benefician a los sectores más empobrecidos. Y que son parte de una política de gobierno, financiados desde diferentes fuentes, incluso de la cooperación internacional al desarrollo.

Como fiel defensor de las libertades democráticas, al señor periodista, le preocupa la nula oposición hacia el actual régimen; reduciéndola a las movilizaciones de algunas ONG que han funcionado con fondos de la cooperación estadounidense y de la Unión Europea, algo parecido a lo que está sucediendo en El Salvador con los “Amigos por la Democracia” donde se encuentra la ANEP junto a algunas ONG que le hacen eco. Y tal parece, que sin el dinero de los adalides de la democracia mundial, no hay posibilidades para atacar a un gobierno que, contradictoriamente, ha aumentado el apoyo popular en las últimas elecciones.

Sin embargo, el miedo a que el ALBA monopolice ciertos rubros de la economía y afecte la libre competencia y los negocios, es desmentido por el mismo. En la entrevista que le hiciera el rotativo salvadoreño, al preguntársele sobre el papel de la empresa privada nicaragüense expresó:

“el gobierno de Ortega no venía con las mismas políticas de los años ochenta. No hay confiscaciones.
No hay devaluación. Esto le ha permitido a los empresarios sentirse un poco cómodos. Ha habido mucha suerte de que los precios internacionales de nuestros productos han estado altos. Y, por último, se abrió el mercado venezolano. Empresas como los mataderos y los de productos lácteos han hecho excelentes negocios. La empresa privada decidió que la crítica política no le trae beneficios, así que se dedicó a hacer negocios. Y el Gobierno alentó esto, diciendo que tenía una alianza con el sector privado, que les iba a ayudar. Pero ahora estamos viendo la realidad de las cosas. Ahora que todos los poderes del Estado están copados por el orteguismo, esta alianza ya no es entre iguales, sino que es un sometimiento. Los empresarios no tienen capacidad de exigirle al Gobierno nada. Simplemente, el Gobierno les concede algunos favores, como una graciosa concesión [1] ”.

Tal parece que en el gobierno de Ortega, los empresarios que durante muchos años se adueñaron del país y pusieron los recursos del Estado para su beneficio, ahora son las humildes víctimas de la política económica de este gobierno, a quienes les queda solo dedicarse sigilosamente a mantener sus lucrativos negocios.

A los representantes de la burguesía les preocupa el ejemplo de Nicaragua, donde en la actualidad ha aumentado la inversión extranjera, incluso de muchos empresarios salvadoreños como la familia Poma, que se han refugiado en este país a pesar del fantasma del “orteguismo-chavismo” que asusta a las inversiones. En los últimos cinco años la inversión extranjera en Nicaragua aumentó la participación de la inversión extranjera con compañías de Estados Unidos con US$759 millones, México (US$737 millones), seguidas por las de Canadá (US$524 millones) y Venezuela (US$400 millones) y cuyas expectativas de crecimiento aumentarían con presencia de la empresa china Xinwei que operará en el sector de la telefonía celular e internet, invirtiendo en unos tres años unos US$2 mil millones.

Tal parece, que la preocupación de la ANEP, ARENA, se debe más a intereses políticos de cara a un proceso electoral que se advierte desfavorable a sus intereses. Estos mimos propagandísticos suenan más a una cortina de humo por el controversial caso de LaGeo-ENEL, donde se ha denunciado a varios exfuncionarios y del cual, tanto ARENA y ANEP han tomado una posición contraofensiva poniendo claroscuros al proyecto ALBA.

Nota:
[1]  http://www.laprensagrafica.com/Ortega-tiene-el-control-por-una-relacion-mafiosa-


Fuente:  http://www.rebelion.org/noticia.php?id=163346