Este artículo no es sobre las elecciones internas de ARENA, a pesar de lo que la mayoría podría pensar por la coyuntura. Este es un artículo sobre algo mucho más importante: la realidad que vive nuestro país y la amenaza de una oposición nefasta, que parece tener al Gobierno justo donde lo quiere.
No es casualidad que al mismo tiempo, nuestros maestros, médicos y policías estén realizando protestas e incluso advirtiendo paros de labores. No es casualidad que 262 alcaldías del país aun no han recibido los fondos FODES (indispensables para las alcaldías pequeñas) durante 2 meses. No es casualidad que, al mismo tiempo, el Gobierno esté pensando reducir subsidios a los sectores medios. No es casualidad y tampoco es un Golpe de Estado, es una crisis en el flujo de caja. Así de obvio, así de sencillo. Que podría convertirse en crisis fiscal, de no tomar acciones a inmediato plazo.
Pero lo más preocupante no es el problema del flujo de caja (que se solucionaría combatiendo la corrupción y a los evasores). Lo que más preocupa son las reacciones del Gobierno a las acciones de ARENA. Si ARENA hace “A”, el Gobierno responde con “B”; ARENA hace “C”, el Gobierno responde con “D”. Parecería que ARENA tiene tan medido al Gobierno, que este baila al son que ARENA toque. Receta para el desastre (tomando en cuenta que a ARENA no le interesa el bienestar del país, sino recuperar el poder).
El problema se complica porque estamos llegando a un punto de inflexión, en donde si no corregimos el rumbo ya, será muy tarde tratar de corregirlo después.
Es obvio que ARENA ha decidido no dar sus votos para financiar proyectos de beneficio para el país. Así lo han demostrado y ellos mismos lo han confirmado con sus declaraciones (utilizando otra retórica por supuesto). Seguir insistiendo en este punto a más de 2 años de Gobierno y a meses de iniciar un año preelectoral rayaría en la ingenuidad.
Sin los votos de ARENA tampoco habrá prestamos para solucionar el déficit fiscal, mucho menos para financiar proyectos sociales (en los que ARENA además no cree).
Al Gobierno, entonces, solo le quedan 5 maniobras, las cuales debería empezar inmediatamente, si quiere sobrevivir y empezar a bailar con su propio son:
1.Auto combatir la corrupción: Seguir defendiendo corruptos, no va a solucionar el problema de nadie; a la larga, ni el del mismo corrupto. Destituirlos podría generar un poco de ruido mediático en el momento, pero a la larga será mejor para todos. Además, el Gobierno puede acompañar las destituciones con un discurso de “estamos limpiando la casa”. Estoy seguro que nadie lo vería mal, al contrario, sería un cambio de dirección en el buen sentido y la gente sabría verlo como tal.
2.Llenar las arcas del Estado con recaudación fiscal valiente: Esto en ningún momento implica nuevos e innecesarios impuestos. Con $1.5 mil millones de dólares de evasión y elusión fiscal cada año; esta medida, por si sola, cubriría el agujero fiscal completo y financiaría nuevos programas sociales e inversiones en salud y educación, tan urgentes para sacar a nuestra gente de la pobreza.
3.Fomentar la inversión nacional y extranjera: Al ser valientes, eliminar la corrupción y demostrar firmeza en que se cumpla la ley, sin nuevos impuestos y unido a un mensaje claro de certeza a los inversionistas y de que el Gobierno cumple con su palabra. El Salvador podría aspirar a crecer un 1% más cada año. Para el 2019, estaríamos en 6% anual, un boom económico (que traería además un fuerte crecimiento del empleo). Lo que haría innecesarias futuras reformas fiscales, a menos que sean para beneficio del pueblo, como la reducción a 0% de IVA a la canasta básica o la eliminación de impuestos que golpean a las grandes mayorías, como el de la telefonía.
4.El Gobierno debe cumplir sus compromisos: El escalafón de los maestros y del personal de salud, los bonos a los policías, etc. deben cumplirse en los tiempos y montos estipulados. No solo por justicia y por que se debe predicar con el ejemplo y hacer lo correcto, sino porque tanto nuestros maestros, como nuestros médicos, como nuestros policías, son pilares fundamentales de la real gobernabilidad; que no la dan 43 diputados en la Asamblea, sino la gente, percibiendo que el Gobierno realmente está haciendo su función: Gobernar.
5.Reactivar las fuerzas productivas del país: 400,000 manzanas ociosas, todo el sector pesquero deprimido, industria nacional casi inexistente (a excepción de las maquilas) y los sectores de producción específica, como los salineros, los camaroneros, la producción de productos tecnológicos con valor agregado y la creación de nuestra propia tecnología, igual. Detener la fuga de cerebros y la reactivación de activos en desuso o en sub uso (como el Puerto de Cutuco, el Ferry o el ferrocarril) le darían un impulso aun mayor a la economía. Y le daría, además, un crecimiento sostenible en el tiempo y decenas de miles de nuevos empleos.
Ejecutando estas medidas, el Gobierno podría responder de una manera diferente a la que ARENA espera y sobre todo con beneficio directo y sensible a la población.
De lo contrario, de seguir respondiendo exactamente como ARENA espera, de seguir pidiéndoles de rodillas que den los votos para préstamos para cubrir el agujero fiscal o para proyectos de desarrollo para el país, de continuar poniendo nuevos impuestos y quitando subsidios; parecería que el Gobierno habría decidido continuar bailando al son de la oposición. Receta para el desastre.
Espero no sea así y el Gobierno aplique las 5 medidas que están propuestas en este pequeño artículo (o algún matiz de ellas). De lo contrario, y luego de algunos meses, ya será muy tarde para corregir.
Fuente: http://www.contrapunto.com.sv/opinion/tribuna/la-trampa-de-arena/1568
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